La calificación crediticia se está imponiendo como herramienta clave y diferencial en los procesos de internacionalización de las empresas españolas. Desde octubre, tener una calificación crediticia de INBONIS Rating, la agencia pionera en la calificación de pymes y midcaps en Europa, agiliza la tramitación de seguros a la internacionalización emitidos por cuenta del Estado que gestiona CESCE (Avales, Crédito de Circulante, Póliza Verde de Inversión, Póliza de Inversiones Estratégicas).

La Agencia de Crédito a la Exportación española considera empresas elegibles para otorgar su cobertura las que tienen una calificación crediticia mínima de B. Al margen de esta ventaja, las empresas españolas están utilizando la calificación crediticia como garantía de continuidad y sostenibilidad ante sus proveedores y clientes en un contexto de incertidumbre económica.

Ante la volatilidad de las materias primas, la calificación crediticia ayuda a las empresas a negociar con sus proveedores el mantenimiento de los precios en sus contratos anuales. Al mismo tiempo, permite a las empresas demostrar su capacidad operativa y financiera ante los clientes internacionales, una ventaja crucial dadas las dificultades que atraviesan muchas empresas por los encarecimientos de la energía, los insumos y los costes financieros. Por último, la calificación facilita la financiación de la expansión exterior de las empresas a un tipo de interés acorde a su solvencia real, generalmente mayor de la que le conceden los scorings automáticos de los bancos.

La VUI ha mantenido una reunión con INBONIS en la que se ha puesto de manifiesto la oportunidad para las empresas madrileñas de obtener una calificación crediticia como herramienta de competitividad internacional.